noviembre 14, 2006

LA JUVENTUD Y LA DIFICULTAD


Habitamos un mundo irreal, somos parte de una época en la cual prima la comodidad. Todo es confort. Nuestras casas deben estar bien equipadas con esos cientos de enseres que el progreso fue creando para que nos podamos sentir bien. Nuestros autos cada vez tienen más cosas para hacernos sentir como en casa y cuando estamos a la deriva, solos, o alejados aun tenemos conexiones que nos permiten navegar con tranquilidad, los celulares son como brújulas modernas que nos conectan a la irrealidad. Y en es mundo están creciendo millones de seres, unos más conectados que otros, pero el 98% engañados con esa falsa comodidad.

Si se está como no se piensa, se dormita. Los que están a la otra orilla sueñan con una posesión que a larga no trae nada de felicidad, pero que igual encamina hacia otra ruta equivocada. Una familia que no tiene televisor es extraña en esta época, pero cuando se tiene ya no se ve como fuente de placer, ahora se desea un computador, y más tarde otro artefacto. Zuleta lo recuerda claramente: “Puede decirse que nuestro problema no consiste solamente ni principalmente en que no seamos capaces de conquistar lo que nos proponemos, sino en aquello que nos proponemos: que nuestra desgracia no está tanto en la frustración de nuestros deseos, como en la forma misma de desear. Deseamos mal”. (Elogio a la dificultad)
Y como deseamos mal, vamos por la ruta equivocada. El joven aprende de la estructura familiar, camina por la estructura comunitaria y se forma en una estructura social, y por lo tanto termina imitando unos patrones de acomodamiento a esa sociedad. Los padres moldean pero a su justa medida, los padres quieren que los hijos tengan buenas carreras, buenos ingresos, buenas compañeras y compañeros, que sean eso que ellos no pudieron ser, pero que aún creen en el patrón de la felicidad.
El joven quiere revelarse pero no sabe contra qué ¿contra sus padres? ¿Contra el sistema? ¿Cuál sistema? El joven se pierde en un mundo tecnificado en donde existe una explicación pasmosa para todo, para la miseria, para el dolor, para el amor, cada cosa surge de una mirada científica. La miseria es culpa del desequilibrio del mercado, el dolor de las neuronas y el amor de las endocrinas…todo pretende ser explicado pero al final todo sigue igual. Las respuestas en realidad son disfraces mentirosos para ocultar la gran verdad. Nadie se atreve a recorrer los caminos difíciles, aquellos que conducen a los lugares posibles de la verdad. Es preferible moldearse y terminar ocupando el lugar que otros han diseñado con anterioridad para nosotros, comprar los productos que se fabrican para nosotros, vivir la vida que otros sueñan para los jóvenes. Otra vez Zuleta es contundente: En lugar de desear una relación humana inquietante, compleja y perdible, que estimule nuestra capacidad de luchar y nos obligue a cambiar, deseamos un idilio sin sombras y sin peligros, un nido de amor, y por lo tanto, en última instancia un retorno al huevo. En vez de desear una sociedad en la que sea realizable y necesario trabajar arduamente para hacer efectivas nuestras posibilidades, deseamos un mundo de satisfacción, una monstruosa sala-cuna de abundancia pasivamente recibida.
Las rutas están diseñadas, la mayoría optarán por ellas, ofrecen lo necesario, lo mínimo, pero esas cosas albergan una ilusión de felicidad. El otro camino es agreste, no ofrece sino luchas, la felicidad no es un oasis posible de encontrar en esas rutas, pero hay algo que mueven hacia ese camino, la posibilidad de construir un mundo diferente, en donde la búsqueda de la igualdad y de la dignidad del ser humano sea posible. Qué bueno sería que nuestros jóvenes fueran consciente de ello, esa si sería un dificultad que bien valdría la pena labrar…

2 comentarios:

Salmon dijo...

En efecto los patrones de socialización de los jóvenes han cambiado ostentosamente. Ahora basta escuchar la argumentación que nuestros nómadas hacen respecto a la situación nacional… se les pregunta por un tema de transcendencia nacional, y al unísono la respuesta que se recibe esta remojada en argumentaciones mediáticas, de retazos de novelas o algo por el estilo…Ay es que eso dice la prensa, ay es que eso lo vi. en el noticiero…. Sospecho, que nuestra nueva juventud anda medio confundida…. Confunde información con formación……

troya dijo...

totalmente deacuerdo la juventud crece en un ambiente de horror ya no solo se enfrenta a la alienación del trabajo sino a la alenación total de la vida, de igual forma se enfrenta a la reificación del ser humano que enaltece el consumismo y sino fuera poco es agobiado por el neofascismo de nuevo cuño que implementa el imperio.

Definitivamente la juventud solo le queda la posibilidad de entregarse a la animalidad o revelarse con todo el vitalismo que los caracteriza. ¿cual sera la apuesta?