febrero 09, 2007

¿Qué entiendo por juventud?

El pensamiento hegemónico elaboró una concepción de juventud como categoría de transito, como una etapa de preparación para lo que si vale, un momento de la historia donde se abandonan los valores primarios en aras de obtener unos supuestos valores de mayor elaboración, de esta forma, y nada de raro seria, que la palabra joven naciera al ver el padre como su hijo abandono la niñez, pero que aun no es un padre, que aun no es capaz de dominar cínicamente todas sus relaciones o que aun no ha decidido aceptar placidamente la sumisión, en ultimas, un momento indeterminado del desarrollo.

La juventud por ello, en el mejor de los casos es vista como futuro, es decir como en las carreras de relevos, los jóvenes tomaran el testigo y seguirán la carrera sin sentido. Paradójica realidad, que mira al joven como futuro y en el futuro no hay joven, algo así como un harakiri de la vida.

Bajo estas circunstancias, lo primero que debemos transformar a la hora de hablar de juventud, es esa mirada mesiánica que impide que los miremos como presente, como realidad inmanente y como sujetos de desarrollo, y es precisamente en este sentido, que Alejándome antagónicamente de la visión dominante que obra sobre ella, quisiera inicialmente esbozar que, en ningún caso comprendo esa categoría sociológica, como un acto de fe en el mañana, sino como un presente que transforma ese futuro vaticinado.

En este orden de ideas, la juventud contemporánea, no es un concepto vacío, ni homogéneo, es una construcción social y cultural, delineada a través del capital simbólico y social en correspondencia con las relaciones sociales de producción, relación que varia según los usos sociales que de allí se generen. De ahí que de ahora en adelante no se pueda hablar de juventud sino de juventudes y en especial descritas conjuntamente en su presente histórico.

El nuevo pasaje de la historia, a construido un(os) joven(es) que emergen de una poderosa industria cultural que oferta bienes y servicios determinados por los avances técnico-científicos. Lo que conlleva en primer lugar, a una socialización mediática, que se da a través de la televisión, el video, las superautopistas informáticas; territorios discontinuos, móviles e inmateriales y en segundo lugar conlleva a que las múltiples expresiones de los jóvenes se den a través de la cultura, por ello, algunos autores han acuñado el termino culturas juveniles.

En consonancia con lo anteriormente expresado vamos a entender por joven(es) una expresión socio-cultural, que se encuentra en un espacio determinado y que contiene una forma de estar en el mundo completamente diferenciado del mundo adultocentrista, por ende, los temas de interés, comportamientos, visiones… ya no son las mismas. En palabras de Walter Grob, la juventud no es una fase natural del desarrollo humano sino una forma de comportamiento social que debe ser vista como el resultado de la cultura occidental, de la cultura Judea-cristiana.